Señor Grande de Ameca, el corazón se llena de gozo al poder iniciar un nuevo día con tu gracia, con la fuerza que imprimes en mí. Cómo no despertar contento, si te tengo a mi lado, si te siento tan cerca y te siento acompañándome en cada momento de mi vida. Cómo no despertar contento, si en cada uno de los pasos que doy, estás conmigo, si, cuando llegan a la vida las pruebas, Tú me ayudas a superarlas. Cómo no estar contento, sobre todo, si te tengo en mi corazón y si llenas mi vida con tu presencia siempre. Gracias por todo eso, por tu amor que me inunda y que me hace siempre más feliz, por tu amor que me desborda y que en todo momento me recuerda que mi función en este mundo es amar hasta el extremo. Me dispongo a vivir este día agarrado de tu mano, dándome por completo a Ti, amando como Tú has amado. Bendito y alabado seas por siempre, mi Señor.
Amen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario